El ángel exterminador: exterminando la racionalidad
Eran los años veinte en ParÃs. Owen Wilson se encontró con el joven Luis Buñuel en una reunión de artistas y le ofreció a Buñuel una idea para hacer una pelÃcula: «Un grupo de gente asiste a una cena muy elegante. Al final de la cena, intentan salir del salón y no pueden. Parece que no son capaces de salir de allÃ.» El joven Buñuel, sin embargo, parecÃa perplejo. Después de que Owen se fue, se preguntó: «No lo entiendo, ¿qué les retiene en el salón? »
Asà es cómo Woody Allen rindió homenaje en su Medianoche en ParÃs (2011) a la obra maestra de Buñuel, El ángel exterminador (1962), la cual el joven harÃa unos treinta años más tarde y la cual ha dejado a todo el mundo perplejo, incluso quizás a su propio autor.
Luis Buñuel nació en España, donde recibió su educación y conoció a los artistas que llegarÃan a ser los más conocidos del mundo: Salvador DalÃ, Federico GarcÃa Lorca y muchos más. Se hizo uno de los surrealistas más famosos por su colaboración con Dalà en el cortometraje Un Chien Andalou (Un perro andaluz, 1929). Como estaba a favor de los republicanos, quienes perdieron la Guerra Civil Española, no podÃa permanecer en su paÃs cuando Franco ascendió al poder. Entonces empezó a trabajar en Estados Unidos y luego, se mudó a México, donde se hizo ciudadano mexicano y dirigió unas 20 pelÃculas, las cuales definieron la edad de oro de su carrera como director de cine. En 1961 rodó Viridiana, que ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes pero se volvió un gran escándalo en la España franquista y también en el Vaticano dado a blasfemia en la pelÃcula.
Siguiendo la fama (o la notoriedad) de Viridiana, hizo El ángel exterminador. Originalmente titulada Los náufragos de la calle Providencia, la pelÃcula se trata de un grupo de burgueses que están atrapados en un salón después de la cena como los pasajeros en un barco a la deriva en el mar. Tienen que quedarse en el salón, sin agua o comida, sin saber la causa de este apuro. Cuando se ven obligados a permanecer juntos, el barniz de civilización desaparece y ellos quedan como lo que son: animales. La cena burgués se convierte en una catástrofe total.
Esta pelÃcula es confusa por el modo en el que se presentan los eventos. No hay una narrativa continua, lo que la hace similar a sus primeras obras vanguardistas hechas en Francia entre 1925 y 1931. Muchos sucesos en El ángel exterminador son repetidos varias veces, pero no son idénticos sino cada uno es distinto. Aunque tales repeticiones parecen defectos de montaje, no lo son sino que son parte de un diseño consciente. Por ejemplo, al principio de la pelÃcula, los invitados entran dos veces en la mansión, y dos veces se muestra el anfitrión llamando al criado. Las dos secuencias son exactamente iguales salvo que la primera es en plano picado mientras que la segunda en contrapicado; es decir, la primera tiene la cámara abajo en el suelo y la segunda, en cambio, en una grúa, como si en una narrativa hubiera dos puntos de vista omniscientes que no están de acuerdo. Otros ejemplos son los caracteres incoherentes de los invitados. Los mismos dos personajes se conocen y poco después vuelven a presentarse otra vez. Otros dos invitados se caen muy bien al principio pero luego se tratan muy mal como si siempre hubiesen sido enemigos. Aunque según Buñuel, hay más de veinte repeticiones o contradicciones asà en la pelÃcula, no es fácil notarlas a primera vista; aun más sutiles son las diferencias entre estas repeticiones. Sin embargo, se siente algo extraño en las secuencias en la pelÃcula, debido a los efectos de desorientación de la discontinuidad que se afectan tal vez en el nivel subconsciente. Además, si uno se pudiera fijar en tales repeticiones, le resultarÃan curiosas y fascinantes a la vez.
Buñuel nunca querÃa ofrecer explicaciones de sus obras. A veces, las decisiones artÃsticas parecÃan hechas por capricho y imposibles de explicar. Su primera obra, Un chien andalou (1929), mencionada antes, fue titulada asà porque los temas del corto no tenÃan nada que ver ni con los perros ni con Andaluz. Para El ángel exterminador, Los náufragos de la calle Providencia serÃa un tÃtulo más pertinente, pero lo abandonó porque quizás el otro le sonaba mejor. Además, fue la última pelÃcula que hizo en México y también la única sobre la cual tendrÃa control artÃstico completo. Por lo tanto, se ven muchos elementos extraños pero recurrentes en las obras de Buñuel. Por ejemplo, la mano cortada que se ve en Un chien andalou también aparece en una secuencia alucinante de El ángel exterminador. En cuanto a las repeticiones, cuando le preguntaron por qué las habÃa incluido, Buñuel respondió que sin ellas, la pelÃcula habrÃa sido demasiado corta para un largometraje.
Quizás la meta de Buñuel en esta pelÃcula fue terminar en plano la racionalidad y mostrar la vida burgués como una locura. O sea, en sus propias palabras puede que, «Quizá la explicación de El ángel exterminador sea que, racionalmente, no hay ninguna».
David Yao, JE ‘16